250 técnicos y agricultores se capacitan sobre el control del caracol africano
Con una rueda de prensa realizada en Santo Domingo de los Tsáchilas, el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP), a través de la Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad del Agro (AGROCALIDAD), cerraron las jornadas de capacitación técnica sobre el control del caracol africano.
Los talleres fueron impartidos a 250 técnicos y agricultores por parte de la especialista en el comportamiento de los moluscos, Ángela Fields, quien llegó al país desde Barbados como parte de las múltiples acciones que el MAGAP desarrolla a favor de la estabilidad agrícola y productiva nacional.
Ángela Fields destacó que las labores emprendidas por AGROCALIDAD para controlar la presencia de moluscos en diferentes cultivos han sido “excelentes”.
Entre el 16 y el 19 de octubre, la experta compartió sus conocimientos a técnicos y agricultores, además, realizó recorridos en varias zonas en las que se ha identificado la presencia del molusco: Quevedo y Santo Domingo de los Tsáchilas. Las recomendaciones de la experta se basan sobre el conocimiento de la biología del molusco: qué come, dónde vive y sus mecanismos de dispersión, detalles que sirven para crear estrategias efectivas de control.
La especialista ha realizado varias investigaciones acerca de la biología de esta plaga, sus fuentes de alimentación, su hábitat y las estrategias que se pueden emplear para reducir su presencia y mitigar su impacto.
Fields explicó que el caracol africano “ama la humedad” debido a que el agua que secreta de su cuerpo se evapora rápidamente y necesita recuperarla de inmediato. Por eso, el hábitat ideal para la conservación y reproducción del molusco son los canales de riego, los charcos, el agua empozada y los terrenos húmedos, desde donde ataca directamente a los cultivos.
En las conferencias también se conoció que ninguno de los tres métodos (mecánico, químico y biológico) que existen para controlar al caracol gigante es efectivo por sí mismo sino que deben ser complementados y bien manejados para obtener resultados.
De acuerdo a la experta, la recolección manual de caracoles, por ejemplo, producirá un efecto positivo siempre y cuando se la realice en un lugar de tamaño reducido y, si es grande, se debe contar con una participación masiva de recolectores.
En cuanto a la aplicación de molusquicidas, Fields apuntó que el agroquímico denominado metaldehído es efectivo cuando se lo pone en contacto directo con el animal (no a la distancia).
Resaltó que no es necesario aplicarlo en niveles altos de concentración porque la cantidad del producto no altera el resultado. Sin embargo, aclaró que pese a que el caracol haya sido combatido con el químico, puede recuperarse al volver a tener contacto con el agua.
Algunos detalles de interés
El caracol gigante necesita calcio para poder producir su concha, por lo cual sus medios predilectos para vivir son los terrenos calcáreos, edificaciones con carbono de calcio (elemento del concreto) o el mármol. Además, se puede alimentar de toda clase de material vegetal ya sea vivo o muerto y materia orgánica en descomposición (frutas, animales). De ahí que una de las recomendaciones principales es mantener limpias las zonas afectadas.
En las investigaciones de Fields además se determina que el caracol gigante puede actuar como macho y hembra al mismo tiempo, que puede recorrer 125 metros por mes si está en su etapa juvenil (de 7 a 9 meses de nacido) y que es hospedero de nemátodos (gusanos que transmiten enfermedades a los seres humanos).
También se determinó que el período de incubación de los huevos puede durar de entre 1 y 27 días: “este rango tan amplío se debe a que el caracol puede tener sus huevos en su cuerpo hasta encontrar un nido”, explicó la especialista.
Dirección Nacional de Comunicación
AGROCALIDAD