Tungurahua, 26 de febrero de 2025.- Aproximadamente 93 hectáreas de frutas de temporada en Tungurahua, como pera, manzana, durazno, capulí y claudia, reciben la asistencia permanente de parte de técnicos de la Dirección Distrital de esa provincia, del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). Además los productores reciben capacitaciones en temas relacionados con la tecnificación, técnicas para ser resilientes al cambio climático, así como control de plagas y enfermedades.

La cosecha se realiza a finales de enero y durante febrero de cada año, etapa productiva que coincide con las festividades de la ciudad de Ambato, donde se celebra la Fiesta de la Fruta y de las Flores, rindiendo homenaje a la pujanza productiva del cantón.

Desde el MAG se impulsa la producción de estos cultivos, pues varios de los agricultores que aún mantienen estas frutas en sus fincas pertenecen a la Agricultura Familiar Campesina (AFC), quienes fomentan una producción agroecológica, sin uso de agroquímicos.

Daniel Guzmán, director Distrital del MAG en Tungurahua, destacó la importancia de estos cultivos para la economía de las familias rurales y la relevancia de la cultura tungurahuense.

«La producción de frutas frescas en febrero abastece los mercados locales y nacionales permitiendo a los agricultores obtener un ingreso económico por su trabajo en campo, también se fortalece la identidad gastronómica y productiva de Ambato y Tungurahua a nivel nacional”, argumentó Guzmán.

Azucena Bonilla, productora de claudia, comercializa su fruta en el Mercado América de la ciudad de Ambato, pero también tiene compradores de Guayaquil. Motivó a los agricultores a complementar sus cultivos ya existentes en sus terrenos con las frutas tradicionales de la provincia. “Son deliciosas y no debemos permitir que se extingan”, dijo Bonilla.

Afirmó que «cada año esperamos con entusiasmo esta temporada, ya que nuestros productos son protagonistas en las festividades. El jucho, por ejemplo, es una bebida que hemos heredado de generación en generación y nos enorgullece seguir preparándola».

Cada fruta tiene variedades que hacen de esta temporada un deleite para el paladar de los ecuatorianos. En el caso del durazno se producen las variedades: abridor, conservero, diamante, fortuna, guaytambo, monarca, pepa de oro y zapallo.

Los principales sectores donde se concentra el rubro están en las ciudades de Ambato (parroquias Huachi Grande y Montalvo); Cevallos; Mocha; Patate (parroquia Los Andes); y Píllaro.

Las variedades de claudia que germinan en campos tungurahuenses son: mango, nelly, reina y blanca. Son producidas en los cantones: Ambato (parroquias Santa Rosa, Huachi Grande, Pasa, Montalvo, Quisapincha y San Bartolomé de Pinllo); Cevallos; Mocha; y Tisaleo.

Por otro lado, la pera es un caducifolio con variedades: blanca, botella, ciruela, manteca, morada, piña y uvilla. Se cultiva en los cantones: Ambato (parroquias Constantino Fernández, Huachi Grande, Montalvo, Quisapincha, San Bartolomé de Pinllo y Santa Rosa); Cevallos; y Píllaro (parroquias La Matriz, Presidente Urbina y San Miguelito).

A su vez, la manzana con sus variedades: emilia, roja, jhonny, jhona gold y delicia, se produce en los cantones de: Ambato (parroquias Huachi Grande, Montalvo, Quisapincha y Santa Rosa); cantón Cevallos; Mocha (parroquias La Matriz y Pinguilí); Píllaro (parroquias La Matriz y San Miguelito); y Tisaleo.

El rubro capulí, por su parte, es un frutal utilizado por los agricultores a través de la agroforestería, una técnica de manejo de tierras que combina árboles de distintos tipos para generar cercas vivas, que contribuyen en el cuidado y conservación del suelo. Por esa razón, el rubro está disperso en los 9 cantones de Tungurahua.

Los principales mercados para comercializar las frutas de temporada tungurahuense se establecen para el consumo local, y las provincias de: Azuay, Guayas y Pichincha.

Además, dentro de la gastronomía de la región, estas frutas se utilizan para preparar el tradicional “jucho”, que incluye ingredientes como el: durazno; capulí; pera; y especias como la canela y clavo de olor, obteniendo un resultado de una infusión deliciosa, dulce y aromática que revive el sentido productivo de nuestra provincia.