Comunidades de Aprendizaje, una alternativa para una producción agrícola sostenible

Quito, 29 de septiembre de 2020.- Este martes se realizó el webinar del 5to. Encuentro Trilateral Colombia, Ecuador Perú, con el tema “Sistemas de producción y políticas públicas para la Agricultura Sostenible”, evento que cuenta con el apoyo de la FAO, donde se reflexiono acerca de la relación entre el crecimiento en la agricultura y la erradicación del hambre y la pobreza.

En este marco el viceministro de Desarrollo Rural, del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Ecuador, Héctor Romero Tanca, resaltó este espacio como la oportunidad de buscar nuevas alternativas para el desarrollo rural agropecuario.

“Creo que esta es una iniciativa positiva para nuestros países, para el desarrollo de la ruralidad. Esperamos que se repita y terminada la pandemia el encuentro se realice de forma presencial, con el objetivo de dialogar acerca del bienestar y las alternativas sobre las que debemos trabajar para el desarrollo del sector rural”, manifestó.

Julio Olivera, Director de Desarrollo Productivo Sostenible Agroecológico, de la Subsecretaría de Agricultura Familiar Campesina del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), explicó proyectos que se desarrollan en Ecuador, como la diversificación de la producción sin tener en cuenta el tamaño de la propiedad, como una estrategia fundamental para lograr la sostenibilidad.

Hay varios elementos que ayudan como el crédito, articulación con los gobiernos locales, entre otros, dijo Olivera, pero el trabajar con comunidades de aprendizaje, incorporar la investigación asistencia técnica, buscar la sostenibilidad y que estos predios se refuercen y fortalezcan, es muy importante. Por ello entre técnicos y productores debe haber una relación horizontal tal como promueven las Comunidades de Aprendizaje, refirió.

Estas Comunidades de Aprendizaje inician con una planificación fundamental o mapas parlantes, que son las unidades mínimas de planificación; luego se conjugan aspectos científicos, ancestrales y modernos para desarrollar una acción sobre esa parcela o predio, posterior a lo cual se desarrolla un proceso de observación, sobre todo de las innovaciones que se aplican para finalmente tomar la decisión de continuar o no con el proceso.

Olivera afirmó que el objetivo de las comunidades es reforzar la autonomía de los agricultores, promover la participación igualitaria de hombres y mujeres, tener un aprendizaje permanente y que se fundamente en el intercambio de experiencias.

Desde 20919 hasta la presente fecha, en Ecuador existen 538 comunidades de aprendizaje, 13 mil agricultores capacitados y 2.388 fincas en proceso de transición del sistema tradicional a otro sostenible. Se ha desarrollado una malla curricular común entre los agricultores y los técnicos, para que todos estén preparados sobre el tema y tengan una temática semejante que fortalezca el diálogo.

Para constituir la finca familiar sostenible, explicó el Director de Desarrollo Productivo Sostenible Agroecológico, se considera necesario implementar sistemas de agroforestería y manejo del suelo, pues son los dos subsistemas fundamentales para la resiliencia y la captura de CO2 que ayuda a no desgastar la tierra.

“Esta es como la arquitectura de la finca; de ahí se sumarán los cultivos, crianzas y el manejo del agua o humedad, que ya son temas conocidos por las familias, para finalmente hacer una relación con el mercado, producir lo que este demanda y reforzar la economía”, sostuvo.

En este mismo tema, Ignacia Holmes, oficial de políticas y medio ambiente y Cambio Climático de FAO, resaltó que la agricultura y los sistemas alimentarios de América Latina y el Caribe son estratégicos para la seguridad alimentaria de la población mundial. Es así que el 14% de la producción agrícola y el 12% de la producción acuícola y pesquera viene de esta región y son 15 millones de agricultores y 2 millones de pescadores los que se dedican a esta labor.

Por esto -dijo la representante de FAO- se cree que la agricultura familiar y sostenible puede ayudar a la alimentación y nutrición del mundo, pues reduce los impactos ambientales de la agricultura y considera el cambio y las variaciones climáticas.

En Sur América son ya 17 los países que se han comprometido a restaurar más de 50 millones de hectáreas degradadas, entre estos Ecuador con el proyecto de Comunidades de Aprendizaje.