Riego, elemento vital para pequeños y medianos productores frente a la crisis sanitaria mundial

Quito, 04 de junio 2020.- El agua es un recurso fundamental en las actividades agropecuarias. Sin embargo, se requiere su aprovechamiento óptimo considerando su escasez en varias zonas del país.
Actualmente, con la introducción de tecnologías, si el suelo no tiene la cantidad suficiente de este elemento o no es oportuna su disponibilidad por medio de fuentes naturales, es necesaria la implementación de sistemas de riego.
Los sistemas de riego y el almacenamiento permiten el uso efectivo del agua en el sector agropecuario, no solo para el consumo, sino también para asegurar una producción de calidad en los cultivos. Trabajar en este propósito es y ha sido el objetivo del Proyecto de Irrigación Tecnificada (PIT) implementado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), desde sus inicios.
Sin embargo, en la actualidad no solo el Ecuador atraviesa una emergencia sanitaria sino el mundo entero, crisis que está afectando a varios sectores importantes de la economía en el país. A pesar de esto, los pequeños y medianos productores se han visto mínimamente afectados gracias a que tienen sistemas de riego, lo cual les ha permitido cosechar los alimentos para su consumo y para comercializarlos, siendo ellos en gran parte quienes proveen de alimentos a las ciudades.
Si bien el campo es bendecido por la pureza de la naturaleza que lo rodea, los sistemas de riego implementados, la capacitación y asistencia técnica que han recibido los pequeños y medianos productores, a través del PIT, les ha permitido continuar con regularidad su trabajo dentro de una nueva normalidad.
Diego Armijos, beneficiario del subproyecto La Era, en Loja, comentó que “la crisis que ha afectado a todos se ha visto en menor medida en el campo; la producción que logramos con el beneficio del riego nos ayuda a tener alimento diario. En este momento hemos llegado directo a nuestros clientes; las capacitaciones recibidas nos permiten tener una mejor visión del mercado”.
Por su parte, Ausberto Haro, beneficiario del subproyecto El Marco, en Pichincha, manifestó que “el trabajo en el campo no para. Continuamos cultivando alimentos de ciclo permanente, gracias a un sistema de riego óptimo que nos ha permitido producir sin problema”.
Haro señaló que la demanda de alimentos, que se ha presentado en esta fase de aislamiento, les ha permitido incrementar la producción en un 70%.
De esta forma, los beneficiarios afirmaron que juntos enfrentamos la crisis, y pidieron apoyo consumiendo los productos que cultivan los agricultores en el campo.